lunes, 29 de agosto de 2011

No es lo mismo una tienda en la Avenida que en General Álava

    Y no es lo mismo Arana que la Avenida, ni San Martín que Arana…pero ninguna calle es nada si la comparamos con General Álava.

                Calle General Álava en las compras de Navidad


    Personalmente no conozco otra ciudad que tenga tan centralizado su éxito en una calle, y es que es en una, porque Dato se asemeja, pero ya… no es lo mismo, Dato se asocia más a “potear” que a ir de compras. 

          Calle Eduardo Dato, de paso tras las compras


    Solo Inditex puede permitirse el lujo de abrir un poco donde le de la gana, pero si es cierto que nadie se libra…Zara en Dato duró un asalto, y ahora Lefties su éxito se lo lleva por sus precios… Pull&Bear tuvo que cambiar a ser “outlet” para hacerse un hueco en la rutina del recorrido de tiendas.

     Con lo anterior me refiero a que la mayoría de la gente (y digo la mayoría por no decir toda y dármelas de entendida) tiene una rutina en cuanto al recorrido que hace cuando va de compras. En mi caso tengo que decir, que si no busco algo especial y concreto desde la calle Prado, tiro para Dato y enseguida como si fuesen a cerrar la calle me meto en General Álava y ya respiro y me lo tomo con calma. Si hay suerte y tengo tiempo visito Stradivarius, pero esta a la vuelta de la calle y eso supone desviarse, es absurdo, pero sé que mucha gente no llega a ir, porque bah!, cuando llegas al final de la calle lo más seguro es que ya hayas picado alguna cosilla, por tanto, si ya rondan las 8, entre que se acerca la hora de cierre y que tienes unas ganas enormes de tomarte una caña con tus amigos, deshechas enseguida la idea de seguir mirando…total! seguro que no hay nada (la autoconvicción de compras es un tesoro).

¿Qué pasa entonces con el resto de calles?

No tenemos ni la menor idea de lo que nos perdemos no investigando más, ¿cómo siendo una ciudad pequeñita tenemos tan excesivamente centralizadas las compras? “ah bueno, pues no”  me dice la gente, “también vamos mucho al Bulevard” y valeeee, siiiiii, es cierto, pero yo hablo del comercio a pie de calle, donde te mojas si llueve, y tienes que abrir y cerrar el paraguas en cada tienda a la que vas, donde tan pronto encuentras un bar entre las tiendas para tomar un café en vez de acceder a él a través de un ascensor hasta la tercera planta.

Vitoria es una ciudad que alardea de poder ir andando a cualquier sitio (a no ser que algún extremista me diga “anda pues ve andando de Salburua a Zabalgana, a ver lo que tardas guapa!” pues ya sé, pero en general si nos ceñimos a donde encontramos más comercio pues a cualquier sitio llegas con tus dos patitas, y sino en autobús, o en tranvía que está de moda!.

El otro día pasaba, con prisas, por la plaza Gerardo Armesto, cuantas veces he pasado por allí cuando salía del cole, pero resulta que ahora hay una tienda impresionante, conozco a la madre de la dueña de cuando compraba “chuches” cuando eso era un palacio de gominolas infantil, y me contó cómo su hija se ha hecho un huequito en la moda. Diseña muchas cosas y otras las compra, tiene marcas que nadie conoce que se mezclan con otras conocidas de toda la vida. Me encantó la bisutería, los pendientes y collares…estilo vintage, el solo cartoncito donde cuelgan es “monisimo”.

Aquí puedes encontrar vestidos para ocasiones especiales, una boda, o una fiesta de noche, o puedes encontrar los famosos pantalones “cagados” vaqueros, que hoy por hoy nunca llegarán a pasarse de moda.

Me quedé encantada con mi descubrimiento, aunque me avergonzó saber que ya tenía unos añitos esta tienda, y yo pensando que había descubierto la luna…

A dos calles de esta plaza, nos encontramos con Kukada, su nombre lo dice todo…
Otro día hablaré de ella… porque se merece un gran post!!

Os seguiré contando las cosas que voy descubriendo mientras doy la vuelta a Vitoria…

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